miércoles, 2 de mayo de 2012

La Nube en el Santuario


La Nube en el Santuario
Por Gerson Elías

La nube se opone a la profundidad acuosa: por su grandeza es signo de la potencia de Dios. (PR 8,28
El señor se revela sin darse a conocer por completo: la nube manifiesta, cubriéndola, la gloria divina. En el encuentro con Moisés, sobre el monte Sinaí, Dios toma el aspecto de nube, que es símbolo del aislamiento y de la soledad. Existe una relación entre silencio-nube-Dios (: EX 24,15-18; EX 33,9; SALMO 99,7).
Nubes espesas forman su tienda (SL 18,12); nubes son el carro de Jahwé (SL 104,3).
§ La nube señala la presencia de Dios al mismo tiempo cercano y escondido. En GE 9,13 la teofanía de Jahwé es acompañada por una nube; así en EX 19,9. Durante el día la nube acompaña el camino del pueblo judío, a través del desierto (EX 13,21 ss., EX 14,19 ss.), indicando la constante presencia de Dios a la cabeza de su gente. En el día de la Ascensión una nube esconde Jesús de la mirada de los apóstoles (HCH 1,9).
¡OH amigo Mío¡ escucha con alma y corazón los cánticos del espíritu y atesóralos como a tus propios ojos; ya que las sabidurías celestiales ,cual nubes primaverales ,no lloverán por siempre sobre el suelo de los corazones de los hombres, y aunque la munificencia del Todo Misericordioso es incesante y perpetua, a cada tiempo y a cada era le es asignada una porcion y reservada una gracia ,todo esto en una medida dada.”ni hay cosa alguna que no este depositada en Nosotros, y no la concedemos salvo en una medida determinada”.(1)La nube de la merced del Amado solo riega al jardin del espiritu,y derrama sus gracias tan solo en la primavera .las demas estaciones estan privadas de esta poderosa gracia y las tierras aridas no participan de este favor.(2)
El velo y la sombra
"Si todavía evangelio está velado, entre los que se pierden está velado. El dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no vean la luz del evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios"(3) "Descendió Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del Testimonio en sus manos. Al descender del monte, la piel de su rostro resplandecía por haber estado hablando con Dios, pero Moisés no lo sabía (4). Cuando acabó Moisés de hablar con ellos, puso un velo sobre su rostro. Cuando Moisés iba ante Jehová para hablar con él, se quitaba el velo hasta que salía. Al salir, comunicaba a los hijos de Israel lo que le era mandado. Al mirar los hijos de Israel el rostro de Moisés, veían que la piel de su rostro resplandecía, y entonces Moisés volvía a ponerse el velo sobre el rostro, hasta que entraba a hablar con Dios" (vers. 30-35).
El velo en el rostro de Moisés era una concesión a la debilidad del pueblo. De no haberlo llevado, cada uno de ellos se habría visto obligado a poner un velo sobre su propio rostro a fin de poder acercarse a escuchar a Moisés. No eran capaces, como lo fue Moisés, de contemplar la gloria del Señor a cara descubierta. Por lo tanto, para fines prácticos, cada uno de ellos llevaba un velo en su propio rostro. Moisés, por contraste, no lo llevaba.
Ese velo en los rostros de los hijos de Israel representaba la incredulidad que albergaban sus corazones. Se puede decir, por lo tanto, que el velo estaba en sus corazones. "El entendimiento de ellos se embotó", "y aun hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés, el velo está puesto sobre el corazón de ellos" (5). Eso es cierto, no sólo del pueblo judío, sino de todos cuantos son incapaces de ver a El Prometido en todos los escritos de Moisés.
Sombra y realidad
Dios les había dicho: "Si dais oído a mi voz y guardáis mi pacto... vosotros me seréis un reino de sacerdotes"(6). Pero nunca fueron un reino de sacerdotes. . En lugar de ser llevados al santuario celestial que estableció la mano de Dios, para ser plantados allí, tuvieron un santuario terrenal hecho por el hombre, y ni siquiera en éste se les permitía entrar.
El trono de Dios, en el santuario de arriba, es un trono viviente, con movimiento propio, que va y viene como el relámpago, en respuesta inmediata a los designios del Espíritu (Ezequiel 1). Por el contrario, lo que tenían en el santuario terrenal no era sino la débil representación de ese trono en la forma de un arca de madera y oro que necesitaba ser transportada sobre los hombros del humano.
La promesa, en el pacto con Abraham que el pueblo de Dios había de guardar, consistía en que la ley sería puesta en sus corazones. Los hijos de Israel obtuvieron la ley en tablas de piedra. En lugar de recibir por la fe "la ley del Espíritu de vida(7), es decir, la "piedra viva" en medio del trono de Dios (8), que les habría impartido vida y habría hecho de ellos piedras vivientes, recibieron la ley solamente en tablas de fría piedra, desprovista de vida, que no podía traerles otra cosa que la muerte.
Pero observa la bondad y misericordia de Dios incluso en eso: les estaba ofreciendo los brillantes rayos de su glorioso evangelio y respondieron interponiendo un velo de incredulidad, de forma que sólo pudieron recibir la sombra. Sin embargo, esa misma sombra era un continuo recordatorio de la realidad. Cuando una densa nube arroja su sombra sobre la tierra, sabemos, si es que reflexionamos, que sería imposible que diese una sombra de no ser por la presencia del sol, de forma que aun la propia nube proclama la existencia del sol. Por lo tanto, si la gente en nuestros días no fuese tan ciega como lo fueron casi siempre los hijos de Israel, estaría continuamente gozándose en la luz del rostro de Dios, puesto que hasta incluso la más negra nube es prueba de la presencia de la luz, y la fe siempre tiene por efecto que la nube se disipe, o bien que se vea en ella el arco de la promesa.
El testimonio de Dios
Les estaba ofreciendo los brillantes rayos de su glorioso evangelio y respondieron interponiendo un velo de incredulidad, de forma que sólo pudieron recibir la sombra. Sin embargo, esa misma sombra era un continuo recordatorio de la realidad. Cuando una densa nube arroja su sombra sobre la tierra, sabemos, si es que reflexionamos, que sería imposible que diese una sombra de no ser por la presencia del sol, de forma que aun la propia nube proclama la existencia del sol. Por lo tanto, si la gente en nuestros días no fuese tan ciega como lo fueron casi siempre los hijos de Israel, estaría continuamente gozándose en la luz del rostro de Dios, puesto que hasta incluso la más negra nube es prueba de la presencia de la luz, y la fe siempre tiene por efecto que la nube se disipe, o bien que se vea en ella el arco de la promesa.
Significaba para ellos una gran ventaja en todo respecto, el que se les hubieran confiado los oráculos de Dios (Rom. 3:2). Es preferible que esté presente la ley y reprenda nuestros pecados, señalando el camino de justicia, que estar enteramente sin ella. Así los judíos, en su incredulidad, estaban en ventaja con respecto a los paganos: Tenían "en la Ley la forma del conocimiento y de la verdad" (Rom. 2:20). Una sombra es indicativa de la presencia del brillante sol. Si la gloria de la justicia de Dios no hubiera estado presente en su plenitud, ni siquiera la sombra habría podido estar al alcance del pueblo de Israel. Y dado que fue la incredulidad lo que ocasionó la sombra, la fe los habría llevado directamente a la plenitud del sol, y habrían podido ser "para alabanza de la gloria de su gracia" (Efe. 1:6).
Explicaciones luminosas de Nubes
Y ahora, referente a Sus palabras sobre que el Hijo del hombre "vendrá sobre las nubes del cielo", por "nubes" se entiende aquello que es contrario a las prácticas y deseos de los hombres. Así Él ha revelado en el versículo ya mencionado: "Siempre que viene a vosotros un Apóstol con lo que no desean vuestras almas, os ensoberbecéis, acusando a unos de impostores y matando a otros".52
Estas "nubes" significan, en cierto sentido,
• la anulación de las leyes,
• la abrogación de anteriores dispensaciones,
• la supresión de ritos y costumbres usuales entre los hombres,
• la exaltación de los creyentes iletrados por encima de los doctos opositores de la Fe.
En otro sentido, indican
• la aparición de aquella inmortal Belleza en
• la imagen de un hombre mortal,
• con limitaciones tales como el comer y beber,
• pobreza y riqueza,
• gloria y humillación,
• sueño y vigilia,
y otras cosas que crean duda en la mente de los hombres y los hacen apartarse.
Todos estos velos se denominan simbólicamente "nubes".
Éstas son las "nubes" que hacen que sean hendidos los cielos del conocimiento y comprensión de todos los que habitan en la tierra. Así Él ha revelado: "Aquel día será hendido el cielo por las nubes".53 ---Así como las nubes no dejan que los ojos de los hombres miren el sol, también estas cosas impiden que las almas de los hombres reconozcan la luz de la Lumbrera divina.{
- De ello da testimonio lo que salió de la boca de los infieles, tal y como se ha revelado en el Libro sagrado:
- "Y han dicho: '¿Qué clase de Apóstol es éste que come comida y anda por las calles? A no ser que baje un ángel y participe en Sus amonestaciones, no creeremos'".54
- - Otros Profetas han estado igualmente sujetos a la pobreza, las aflicciones, el hambre, las dolencias y los azares de este mundo.
- Puesto que estas santas Personas han estado sometidas a semejantes necesidades y privaciones, en consecuencia, la gente se ha perdido en los desiertos del recelo y la duda, siendo afligida por la confusión y perplejidad.
- ¿Cómo es posible -se han preguntado- que semejante persona sea enviada de parte de Dios, declare Su ascendiente sobre todos los pueblos y razas de la tierra, y pretenda ser la finalidad de toda la creación -tal como Él ha dicho: "Si no fuera por Ti, no hubiera creado todo lo que hay en el cielo y en la tierra"-, y, sin embargo, esté sujeta a cosas tan triviales?
- Sin duda has sido informado de las tribulaciones, la pobreza, los males y la degradación que han sobrevenido a cada profeta de Dios y Sus compañeros.
- Debes de haber oído cómo las cabezas de Sus seguidores eran enviadas a diferentes ciudades en calidad de presentes, cuán terriblemente se pusieron trabas a cuanto era Su misión hacer.
- Cada uno de ellos cayó preso en las garras de los enemigos de Su Causa y debió sufrir todo cuanto éstos decretaron.
-Es evidente que los cambios producidos en cada Dispensación constituyen las nubes oscuras que se interponen entre el ojo del entendimiento humano y la Lumbrera divina que brilla en la aurora de la divina Esencia. Considera cómo los hombres durante generaciones han imitado ciegamente a sus padres, y han sido educados de acuerdo con prácticas y costumbres establecidas por los preceptos de su Fe. --Por tanto, si estos hombres descubrieran de repente que un Hombre, que ha vivido en medio de ellos y que respecto a toda limitación es su semejante, se ha levantado para abolir todos los principios establecidos e impuestos por su Fe -principios en los cuales durante siglos han sido disciplinados, al punto de que cualquier oponente o negador de éstos ha sido tenido por infiel, descarriado y perverso-, ellos, ciertamente, permanecerían velados, incapaces de reconocer Su verdad. Cosas semejantes son como "nubes" que velan los ojos de aquellos cuyo ser interior aún no ha gustado el Salsabíl (fuente del Paraíso) del desprendimiento, ni ha bebido del Kawthar *del conocimiento de Dios. --Tales hombres, al tomar conocimiento de esas circunstancias, llegan a velarse a tal punto que, sin la menor pregunta, declaran infiel a la Manifestación de Dios y Le sentencian a muerte.}
- Debes haber oído ya que tales cosas han sucedido en todas las épocas y ahora puedes observarlas en este día.
-Nos incumbe, por tanto, hacer el mayor esfuerzo para que, con la invisible ayuda de Dios, esos velos oscuros, esas nubes de pruebas enviadas del Cielo, no nos impidan ver la belleza de Su luminoso Semblante y para que podamos reconocerle sólo en virtud de Su propio Ser.
- Y si pidiésemos testimonio de Su verdad, deberíamos conformarnos con uno, y sólo uno; para que así podamos llegar hasta Aquel Que es la Fuente de gracia infinita, en cuya presencia toda la abundancia del mundo se reduce a nada, para que dejemos de ponerle reparos cada día y ya no nos aferremos a nuestras ociosas fantasías.
*Kawthar: Rió del Paraíso del cual proceden todos los demás ríos.
-Es evidente que los cambios producidos en cada Dispensación constituyen las nubes oscuras que se interponen entre el ojo del entendimiento humano y la Lumbrera divina que brilla en la aurora de la divina Esencia. Considera cómo los hombres durante generaciones han imitado ciegamente a sus padres, y han sido educados de acuerdo con prácticas y costumbres establecidas por los preceptos de su Fe. Por tanto, si estos hombres descubrieran de repente que un Hombre, que ha vivido en medio de ellos y que respecto a toda limitación es su semejante, se ha levantado para abolir todos los principios establecidos e impuestos por su Fe -principios en los cuales durante siglos han sido disciplinados, al punto de que cualquier oponente o negador de éstos ha sido tenido por infiel, descarriado y perverso-, ellos, ciertamente, permanecerían velados, incapaces de reconocer Su verdad. Cosas semejantes son como "nubes" que velan los ojos de aquellos cuyo ser interior aún no ha gustado el Salsabíl del desprendimiento, ni ha bebido del Kawthar del conocimiento de Dios. Tales hombres, al tomar conocimiento de esas circunstancias, llegan a velarse a tal punto que, sin la menor pregunta, declaran infiel a la Manifestación de Dios y Le sentencian a muerte. Debes haber oído ya que tales cosas han sucedido en todas las épocas y ahora puedes observarlas en este día.
-Nos incumbe, por tanto, hacer el mayor esfuerzo para que, con la invisible ayuda de Dios, esos velos oscuros, esas nubes de pruebas enviadas del Cielo, no nos impidan ver la belleza de Su luminoso Semblante y para que podamos reconocerle sólo en virtud de Su propio Ser. Y si pidiésemos testimonio de Su verdad, deberíamos conformarnos con uno, y sólo uno; para que así podamos llegar hasta Aquel Que es la Fuente de gracia infinita, en cuya presencia toda la abundancia del mundo se reduce a nada, para que dejemos de ponerle reparos cada día y ya no nos aferremos a nuestras ociosas fantasías.
-¡Alabado sea Dios! ¡A pesar de la advertencia que, en maravilloso lenguaje simbólico y con sutiles alusiones, se ha hecho en días pasados con el propósito de despertar a los pueblos del mundo e impedir que sean privados de su porción del ondeante océano de la gracia de Dios, cosas tales como las que ya se han presenciado han vuelto a suceder! También se ha hecho referencia a esto en el Qur'án, como lo testifica este versículo: "¿Qué pueden esperar ésos, sino que Dios descienda sobre ellos en la sombra de una nube?"55
-Varios sacerdotes, que se aferran a la letra de la Palabra de Dios, han llegado a considerar este versículo como uno de los signos de aquella esperada resurrección, nacida de su vana fantasía. Y esto, a pesar de que se han hecho referencias semejantes en la mayoría de los Libros sagrados y aparecen en todos los pasajes relacionados con los signos de la Manifestación que ha de venir.

Mediante estas explicaciones luminosas, concluyentes y precisas, el significado de "cielo" en el versículo mencionado anteriormente se ha hecho notorio y evidente. Y ahora, referente a Sus palabras sobre que el Hijo del hombre "vendrá sobre las nubes del cielo", por "nubes"
se entiende aquello que es contrario a las prácticas y deseos de los hombres. Así Él ha revelado en el versículo ya mencionado: "Siempre que viene a vosotros un Apóstol con lo que no desean vuestras almas, os ensoberbecéis, acusando a unos de impostores y matando a otros".(52) Estas "nubes" significan, en cierto sentido,
• la anulación de las leyes,
• la abrogación de anteriores Dispensaciones,
• la supresión de ritos y costumbres usuales entre los hombres,
• la exaltación de los creyentes iletrados por encima de los doctos opositores de la Fe.
En otro sentido, indican
• la aparición de aquella inmortal Belleza en
• la imagen de un hombre mortal,
• con limitaciones tales como el comer y beber,
• pobreza y riqueza,
• gloria y humillación,
• sueño y vigilia,
y otras cosas que crean duda en la mente de los hombres y los hacen apartarse.
Todos estos velos se denominan simbólicamente "nubes".
Éstas son las "nubes" que hacen que sean hendidos los cielos del conocimiento y comprensión de todos los que habitan en la tierra. Así Él ha revelado: "Aquel día será hendido el cielo por las nubes".(53 )--Así como las nubes no dejan que los ojos de los hombres miren el sol, también estas cosas impiden que las almas de los hombres reconozcan la luz de la Lumbrera divina.{
- De ello da testimonio lo que salió de la boca de los infieles, tal y como se ha revelado en el Libro sagrado:
- "Y han dicho: '¿Qué clase de Apóstol es éste que come comida y anda por las calles? A no ser que baje un ángel y participe en Sus amonestaciones, no creeremos'".(54)
- - Otros Profetas han estado igualmente sujetos a la pobreza, las aflicciones, el hambre, las dolencias y los azares de este mundo.
- Puesto que estas santas Personas han estado sometidas a semejantes necesidades y privaciones, en consecuencia, la gente se ha perdido en los desiertos del recelo y la duda, siendo afligida por la confusión y perplejidad.
- ¿Cómo es posible -se han preguntado- que semejante persona sea enviada de parte de Dios, declare Su ascendiente sobre todos los pueblos y razas de la tierra, y pretenda ser la finalidad de toda la creación -tal como Él ha dicho: "Si no fuera por Ti, no hubiera creado todo lo que hay en el cielo y en la tierra"-, y, sin embargo, esté sujeta a cosas tan triviales?
- Sin duda has sido informado de las tribulaciones, la pobreza, los males y la degradación que han sobrevenido a cada profeta de Dios y Sus compañeros.
- Debes de haber oído cómo las cabezas de Sus seguidores eran enviadas a diferentes ciudades en calidad de presentes, cuán terriblemente se pusieron trabas a cuanto era Su misión hacer.
- Cada uno de ellos cayó preso en las garras de los enemigos de Su Causa y debió sufrir todo cuanto éstos decretaron.
-Es evidente que los cambios producidos en cada Dispensación constituyen las nubes oscuras que se interponen entre el ojo del entendimiento humano y la Lumbrera divina que brilla en la aurora de la divina Esencia. Considera cómo los hombres durante generaciones han imitado ciegamente a sus padres, y han sido educados de acuerdo con prácticas y costumbres establecidas por los preceptos de su Fe. --Por tanto, si estos hombres descubrieran de repente que un Hombre, que ha vivido en medio de ellos y que respecto a toda limitación es su semejante, se ha levantado para abolir todos los principios establecidos e impuestos por su Fe -principios en los cuales durante siglos han sido disciplinados, al punto de que cualquier oponente o negador de éstos ha sido tenido por infiel, descarriado y perverso-, ellos, ciertamente, permanecerían velados, incapaces de reconocer Su verdad. Cosas semejantes son como "nubes" que velan los ojos de aquellos cuyo ser interior aún no ha gustado el Salsabíl del desprendimiento, ni ha bebido del Kawthar del conocimiento de Dios. --Tales hombres, al tomar conocimiento de esas circunstancias, llegan a velarse a tal punto que, sin la menor pregunta, declaran infiel a la Manifestación de Dios y Le sentencian a muerte.}
- Debes haber oído ya que tales cosas han sucedido en todas las épocas y ahora puedes observarlas en este día.
-Nos incumbe, por tanto, hacer el mayor esfuerzo para que, con la invisible ayuda de Dios, esos velos oscuros, esas nubes de pruebas enviadas del Cielo, no nos impidan ver la belleza de Su luminoso Semblante y para que podamos reconocerle sólo en virtud de Su propio Ser.(9)

En el libro "La Revelación de Bahá'u'lláh", de A. Taherzadeh, vol. 2 edición en español, capítulo 2, Mathnavíy-i-Mubárak, pg.59, dice:"Los velos que se interponen entre el ojo interior del alma y la Manifestación de Dios tienen todos su origen en el mundo del hombre. Aún hoy en día, muchas personas son incapaces de atestiguar la gloria de Bahá'u'lláh, la suprema Manifestación de Dios, pues tienen sus corazones envueltos en numerosos velos. De entre éstos, uno de los más crueles es el de la tradición. Los hombres nacen y permanecen aprisionados de por vida en su seno".
"El conocimiento es otro velo lesivo debido al cual las personas no han acertado a reconocer a la Manifestación de Dios. A veces, y aún en forma inconsciente, los doctos se vuelven orgullosos y cierran los ojos a la verdad. Éste es uno de esos 'velos de gloria' de los que se habla en el Islam y al que hace referencia Bahá'u'lláh en muchos de Sus Escritos, incluido el Kitáb-i-Íqán..."(10)

Notas de referencia:
1 -1 -Quran 15:21. 2.- Los Siete Valles de Bahaullah .pagina 56 3.- 2 Cor. 4:3 y 4). 4.- Éx. 34:29). 5-.- 2 Cor. 3:14 y 15). 6.- Éx. 19:5 y 6). 7.- Rom. 8:2), 8.- 1 Ped. 2:3 y 4; Apoc. 5:6 9.- Explicación sobre nubes del Kitab-i-Iqan. --- 52.-Coran 2:87 ---- 53.- Coran 25;25----- 54.- Coran 25;7 10.- Kitáb-i-Íqán..."Pág.117.
lectura.-Meditations on Baha’u'llah » Blog Archive » Sprinking of the Cloud ... - Aspersión de la nube más allá de ser (`Ama de Rashh-i) La traducción está por Juan Cole y está en http://www.whoisbahaullah.com/Alison/sprinkle.html.- Gerson Elías 4 de junio 2006

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