miércoles, 2 de mayo de 2012

El Tercio de Tres


"El Tercio de Tres"

 -Muy queridos amigos: Es bastante lo dicho y son suficientemente numerosos y variados los extractos de los escritos de Báb, de Bahá'u'lláh y 'Abdu'l-Bahá que han sido citados, para convencer al lector consciente de la sublimidad de este ciclo único en la historia religiosa del mundo. Seria completamente imposible exagerar demasiado su significación o excederse en la valoración de la influencia que ha ejercido y que han de seguir ejerciendo cada vez mas, a medida que su gran sistema vaya desenvolviéndose en medio del tumulto de una civilización que se derrumba.

Antes de seguir con el desarrollo de mi argumento, creo aconsejable, sin embargo, hacer una advertencia a quienquiera que lea estas paginas. Que nadie, al meditar sobre la naturaleza de la Relación de Bahá'u'lláh, a la luz de los pasajes previamente citados, se equivoque respecto al carácter de la misma o interprete mal la intención de su Autor. Bajo ninguna circunstancia han de comprenderse o interpretarse erróneamente ni la divinidad atribuida a Ser tan grande, ni la encarnación plena de los hombres y atributos de Dios en tan exaltada Persona. Si hemos de ser fieles a los principios de nuestra Fe, debemos hacer para siempre una distinción cabal entre el templo humano que fuera el vehículo de tan pasmosa Revelación, y ese "intimo Espíritu de los Espíritus", "eterna Esencia de las Esencias", ese Dios invisible, pero racional, Quien por más que ensalcemos su divinidad de Sus Manifestaciones sobre la tierra, de ninguna manera puede encarnar Su infinita, Su impenetrable, Su incorruptible y Su omnímoda Realidad, en la concreta y limitada forma de un ser mortal. En efecto, a la luz de las enseñanzas de Bahá'u'lláh, Dios que pudiese así encarnar Su propia realidad cesaría de inmediato de ser Dios. Tan cruda y fantástica teoría de encarnación Divina se halla tan lejos de esta incompatible con los principios esenciales de la creencia Bahá'í, como los no menos inadmisibles conceptos panteísticos y antropomórficos sobre Dios, casas ambas enfáticamente repudiadas y su falacia puesta en evidencia por las palabras de Bahá'u'lláh.

-Aquel, Quien en innumerables pasajes ha dicho que Su palabra es la "Voz de la Divinidad, el Llamado de Dios Mismo", solemnemente afirma en el Kitáb-i-Íqán: "Es evidente para todo corazón perspicaz e iluminado que Dios, la Esencia incognoscible, el Ser divino, es inmensamente exaltado por encima de todo atributo humano, tal como existencia corpórea, ascenso y descenso, salida y retorno...Él está y ha estado siempre velado en la antigua eternidad de Su Esencia, y permanecerá en Su realidad eternamente oculto a la vista de los hombres... Se mantiene exaltado más allá y por encima de toda separación y unión, de toda proximidad y alejamiento.... 'Dios estaba solo; no había nadie junto a Él', es testimonio cierto de su verdad".

"Desde tiempo inmemorial", explica Bahá'u'lláh hablando de Dios, "Él ha estado cubierto con el velo de la infalible santidad de Su exaltado Ser, y para siempre continuara envuelto en el impenetrable misterio de Su incognoscible Esencia...Diez mil Profetas, cada uno de Moisés, están amilanados en el Sinaí de su búsqueda ante Su prohibitoria Voz: Tu jamás Me contemplaras', mientras que una miríada de Mensajeros, cada uno con tan grande como Jesús permanecen consternados en su trono celestial por la interdicción: 'Tu jamás comprenderás mi Esencia'". "¡Cuan desconcertante es para mi, dentro de mi insignificancia", afirma Bahá'u'lláh en Su comunión con Dios, "el intento de sondear las sagradas profundidades de Tu conocimiento! ¡Cuan vanos son mis esfuerzos para visualizar la magnitud de la fuerza inherente a Tu obra, la revelación de Tu fuerza creadora!" "Cuando contemplo, ¡Oh mi Dios!, la relación que me une a Ti", asevera Bahá'u'lláh aun en otra oración revelada y escrita de Su puño y letra: "Me impulso a proclamar ante todas las cosa creadas: '¡en verdad, Yo soy Dios!'; y cuando considero mi propio ser, ¡he aquí que lo encuentro más tosco que la arcilla!"
-"Estando así cerrada la puerta del conocimiento del Antiguo de los Días a la faz de todos los seres, la Fuente de gracia infinita ha hecho que...aparezcan del reino del espíritu aquellas luminosas Joyas de Santidad, en la noble forma del templo humano, y sean reveladas a todos los hombres, a fin de que comuniquen al mundo los misterios del Ser inmutable y hablen de las sutilezas de Su Esencia imperecedera... Todos las Profetas de Dios, Sus favorecidos, santos y escogidos Mensajeros san sin excepción los portadores de sus Nombres y la personificación de Sus atributos... Estos Tabernáculos de santidad y Espejos primordiales que reflejan la luz de gloria inmarcesible, no son sino expresiones de Aquel Quien es el Invisible de los Invisibles".
Que Bahá'u'lláh, a pesar de la abrumadora intensidad de Su Revelación, debe ser considerado esencialmente como una de las Manifestaciones de Dios y jamás ser identificado con esa invisible Realidad que es en Si misma la Esencia de Divinidad, es una de las creencias básicas de nuestra Fe, creencia que jamás deberá ser oscurecida y cuya integridad ninguno de sus seguidores debe permitir que se comprometa.

-Ni tampoco, sosteniendo, como lo hace la Revelación Bahá'í, que es la culminación de un ciclo profético y el cumplimiento de la promesa de todas las edades, ella pretende bajo circunstancia alguna invalidar esos eternos y primordiales principios que animan y sirven de base a las religiones que la han precedido. Ella admite y establece como su más firme y definitiva base, la autoridad, otorgada por Dios, con la que cada un de ellas está investida. No las considera bajo otra luz sino como etapas diferentes en la historia eterna y en la evolución constante de una religión Divina e indivisible, de la cual ella misma solo es parte integrante. Ni tampoco trata de oscurecer el Divino origen de estas religiones, ni de menoscabar la reconocida magnitud de sus colosales obras. No aprueba intento alguno que tienda a deformar su rasgos o a denigrar las verdades que inculcan. Las enseñanzas de la Revelación Bahá'í no se apartan en lo más mínimo de las verdades que ellas encierran, ni el peso de su mensaje resta un ápice ni un tilde a la influencia que ejercen o a la fidelidad que inspiran. Lejos de proponerse derribar el cimiento espiritual de los sistemas religiosos del mundo, su fin declarado e inalterable es el de ensanchar su bases y volver a proclamar sus principios fundamentales, reconciliar sus propósitos, reanimar su vida, demostrar su unidad, restaurar la prístina pureza de sus enseñanzas, coordinar sus funciones y ayudar a la realización de sus más altas aspiraciones. Como lo expreso en forma gráfica un profundo observador, esas religiones divinamente reveladas, "están condenadas, no a morir, sino a renacer... '¿Acaso no sucumbe el niño en la adolescente y el adolescente en el hombre, y sin embargo no perecen ni el niño ni el adolescente?'".

-"Aquellos que son las Lumbreras de la verdad y los Espejos que reflejan la luz de la Unidad divina", explica Bahá'u'lláh en el Kitáb-i-Íqán,-cualquiera que sea la época o siglo en que se les envíe a este mundo desde sus invisibles moradas de antigua gloria, para educar las almas de los hombres y dotar de gracia a todo el credo, están sin excepción provistos de un poder que todo lo somete, e investidos de invisible soberanía... Todos y cada uno de estos Espejos santificados, estas Auroras de antigua gloria, son Exponentes en la tierra de Aquel Quien es el Astro central del universo, su Esencia y Propósito último. De Él proceden su conocimiento y poder; de Él proviene su soberanía. La belleza de su semblante es solamente un reflejo de su Imagen; su revelación, un signo de Su gloria inmortal... A través de ellos se transmite una gracia que es infinita, y por ellos se revela la luz que jamás palidece.... Nunca podrá lengua humana cantar adecuadamente sus alabanzas, ni voz humana revelar su misterio". "Ya que esas aves del Trono Celestial son todas enviadas del cielo de la Voluntad de Dios, y como todas surgen para proclamar su irresistible Fe, son por tanto consideradas como un alma y una misma persona...todas habitan en el mismo tabernáculo, vuelan en el mismo cielo, están sentadas en el mismo trono, pronuncian las mismas palabras, proclaman la misma Fe... Solo difieren en la intensidad de su relación y la relativa potencia de su luz... Que determinado atributo de Dios no haya sido exteriormente manifiesto por eses Esencias de Desprendimiento, no implica de manera alguna que no lo haya poseído realmente aquellos que son las Auroras de los atributos de Dios y los tesoros de Sus santos nombres".(1)

Verdaderamente, aquellos que ridiculizan los maravillosos Versos divinos revelados a través de su Recuerdo no están sino haciendo de sí mismos objeto de ridículo, y Nosotros les ayudaremos a aumentar su iniquidad 35 En verdad, el conocimiento de Dios trasciende todas las cosas creadas...
Ciertamente, los infieles intentan separar a Dios de su Recuerdo 36, pero Dios ha determinado perfeccionar su Luz 37 mediante su Recuerdo y, en verdad, El es poderoso sobre todas las cosas...
Verdaderamente, Cristo es nuestra Palabra, que Nosotros comunicamos a María 38; y no permitáis que nadie diga lo que los cristianos llaman "el tercio de tres" 39, por cuanto ello significaría denigrar al recuerdo quien, según lo decretado en el Libro Madre, está dotado de autoridad suprema. En verdad, Dios es uno y lejos está de su gloria la existencia de otro fuera de El. Todos los que alcancen su presencia en el Día de la Resurrección no son sino sus siervos, y Dios es verdaderamente Protector suficiente. En Verdad, Yo no soy más que el siervo de Dios y su Palabra, y nadie salvo el primero en inclinarme en señal de súplica ente Dios, el Más Exaltado; en verdad, Dios atestigua todas las cosas.(2)


 Referencias:
1. La dispensación de Bahá´u´llah .Pagina30-31-32. Escrito por Shoghi efendi 1934.
2.-Capítulo LXI del Qayyumul-Asma).Estracto en Selecciones de los Escritos del Báb. Pagina 61 --35.-corán 2:14 36.-Corán 4:149 37.-corán 9:32 38.-corán 4:169.

Lima, 9 de abril 2007-por Gerson Elias.

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